Podríamos afirmar que todos los empresarios quieren pagar los menos impuestos posibles, incluso alguno me ha planteado directamente que no quiere pagar impuestos. Bien, antes de entrar en materia sería importante que te preguntes que es lo que quieres realmente:
a) Quiero pagar el mínimo de impuestos posibles dentro de la legalidad
b) Quiero incrementar mi beneficio
Te puede parecer que son preguntas muy diferentes, pero están muy relacionadas. Cuando decimos que queremos pagar menos impuestos es porque al final queremos tener más dinero a nuestro bolsillo, por lo tanto, ¿no podríamos conseguir el mismo incrementando el beneficio?
Además, también tenemos que valorar qué impacto tenemos sobre cada una de las dos opciones, por ejemplo, no podemos evitar que el tipo impositivo del impuesto sobre sociedades sea un 23% (para empresas que facturen menos de un millón de euros), pero sí que podemos trabajar juntos para incrementar tu beneficio neto de un 2% a un 8%.
Efectivamente, hay mecanismos legales para reducir los impuestos, a continuación, te enumero algunos:
1. Lleva tus facturas al día: no dejes pendiente de contabilizar una factura de gasto puesto que esta tiene asociada una base y un IVA que estás dejando de deducir, ¡por este motivo es importante revisar frecuentemente que no te falten facturas y en su caso, pídelas!
2. Atrasar la emisión de la factura de venta hasta el límite legal: según el reglamento de facturación, cuando hemos realizado un servicio a un empresario o profesional, el límite que tenemos para expedir la factura es hasta el día 15 del mes siguiente. Por lo tanto, se podría llegar a emitir en el trimestre siguiente y tardar más a liquidar este IVA.
3. Periodificar los ingresos: en algunos casos facturamos operaciones que no se llevarán a cabo hasta el próximo ejercicio, por lo tanto, el ingreso se tiene que llevar en el próximo año, atrasando así el pago del impuesto sobre sociedades por un año.
Visto lo cual, hay maneras de pagar menos impuestos o diferirlos con el tiempo, no obstante, te querría plantear la segunda opción que hemos visto al principio y creo que es la que realmente te interesa más, ¿cómo incremento mi beneficio?
Bien, este apartado ya es mucho más amplio, el tipo de empresa, el sector, la situación económica actual, etc. Para hacerlo fácil te dejo unas preguntas a tener en cuenta para poder trabajar al incrementar tu beneficio:
1. Sabes cuál es tu margen sucio?
2. Conoces tu coste hora?
3. Tenso algún indicador que controle tus ventas?
4. Trabajas por objetivos?
5. Revisas regularmente tu estructura de costes?
6. Estableces presupuestos anuales?
7. Gestionas eficientemente tu inventario?
Buscar respuesta a estas y muchas más preguntas nos ayudará a poder tomar decisiones y así conseguir tu objetivo final real que es incrementar el beneficio.
¿Y tú? ¿Eres de los que dedica su tiempo al pagar menos impuestos o al incrementar su beneficio?
